miércoles, 19 de septiembre de 2012

El post más largo que he escrito.


Hoy estuve revisando los borradores en mis entradas, tengo varios, pero hoy, precisamente hoy, quiero publicar este, que es el borrador más antiguo que tengo, que es de por las épocas en las que empecé a escribir este blog, hace como dos años, creo que en el 2010. Quiero comentar al respecto y además agregar algunas cosas que se desprenden del tema, aunque quizás no tanto, pero así soy yo, suelo desviarme mucho del tema.

Esto lo escribí en un momento en el que estaba en un trance un poco extraña, porque me había enamorado de un brother que sólo me veía como amiga, friendzoned totalmente. Eramos muy amigos y yo lo quería bastante. Lo digo en pasado porque ahora a penas y cruzamos palabras, pero en su momento lo consideraba uno de mis mejores amigos y una persona importante en mi vida. Pero así son las cosas, personas entran y salen de tu vida como si esta fuese un baño público. 


Ahí estás tú, en la entrada, cobrando el derecho a usar este servicio y entregando un rollito de papel higiénico, esperando que este usuario cumpla con las indicaciones, sea un ser humano y apunte bien en la taza, no chorree el agua de los lavamanos, no desparrame el jabón sobre la mesada, que jale la cadena, etc. En el fondo sabes que lo más probable es que este individuo sea un total desconsiderado y haya dejado el lugar hecho mierda, pero aún tienes una luz de esperanza, la cual perderás de la peor manera. Sí, esas son aquellas personas que entran a tu vida, les das tu amor, tu cariño, tu tiempo pero al final les llega y después de cagarlo todo, simplemente se van dejándote con un desastre; peleas, traiciones, envidias, malos tratos, hipocresía, esa clase de situaciones en las relaciones de amistad o amorosas.

Otras personas entran, ven todo tan sucio que apenas y pueden hacer uso de dicho servicio, tratando de que su humanidad tenga el menor contacto posible con el medio, hacen lo que deben hacer y luego salen lo más rápido posible. Esas son las amistades fugaces, las de los veranos, las que haces en los talleres extracurriculares, el afán de las vacaciones, etc. Son buenas personas, pero no son parte de tu vida diaria, no se involucran en tus asuntos, no tienen problemas conigo, cuando se ven, se ven, la pasan paja y todo, pero no hay tanta historia compartida... amigos circunstanciales, tu pareja de baile (y quizás algo más) en todas las fiestas, etc. No afectan directamente tu vida, es como salirse del camino cuando estás de viaje, sólo para descansar o para comer algo, pero después de un corto tiempo vuelves a la carretera.

Luego están aquellas personas que llegan, se portan de lo más genial, te saludan, te agradecen, siempre usan el servicio, porque les queda en el camino y siempre respetan las reglas, no tiran el papel al suelo, no orinan fuera de la taza, no dejan el caño abierto.  Esos son tus amigos, gente en la que sabes que valió o vale la pena invertir tiempo, tienen virtudes, tienen defectos, igual los quieres, quizás no los ves todos los días, pero cuando los ves, se cuentan la vida, así sólo hayan dejado de verse un par de días, sale, ríen, lloran, recuerdan, todo es genial, porque existe un gran cariño y una larga historia, pero jamás se rompe el nexo, de alguna u otra forma, siempre tratan de mantenerse en contacto contigo.

Y por último, está esa persona que es el encargado de limpieza, el que entra al lugar, lo encuentra hecho una mierda y lo deja como nuevo, no importa que tan cagado esté, el lo limpiará, no importa si lo vuelven y lo vuelven a ensuciar, él es incondicional y aún cuando el lugar luce limpio, aún así lo vuelve a asear. Esos son los mejores amigos, los hermanos, los que más cuidas y más amas; cuando tu vida está hecha mierda, allí están ellos, cuando todo es felicidad, ahí están ellos, cuando tienes dinero, ahí están ellos para sangrarte (los amo!) No importa dónde, cómo ni cuándo, ellos están allí. Te meten tu chiquita si estás haciendo algo malo, te cachetean para hacerte entrar en razón, te dan consejos que sirven, te ayudan como sea, saben toda tu vida, te cuidan, te quieren, te protegen, te joden, etc. Siempre hay problemas, pero cuando la amistad es sincera todo puede solucionarse. En caso de tratarse de una relación, supongo que en este caso, esta persona sería tu pareja, obviamente si es que es una buena persona, alguien que realmente te valor, porque sino es de lo primero nomas, sino que aún sigue usando el servicio de la manera errónea. 



Sería paja sólo dejar entrar a la buena gente a tu vida, pero a veces las cosas son así, nos toca de todo en esta vida, pero mientras tengamos a esas personas que nos ayuden a limpiar la mierda de nuestras vidas, todo está bien. Después de todo todo relación, de la naturaleza que fuese es un juego de azar, a veces te las juegas todo por alguien y terminas perdiendo mucho más de lo que planeabas ganar; pero hay ocasiones en las que recibes mucho más de lo que podrías haber esperado.

Soy feliz de tener a los amigos que tengo y lo apuesto todo por ellos, porque seguirán siendo las increíbles personas que son ahora.  

VOLVIENDO AL TEMA. Esta persona es difícil de clasificar, por un tiempo puedo decir que fue entre el brother que te ayuda a limpiar y el usuario regular que cumple las reglas. Fuimos muy buenos amigos, le agarré un gran cariño y todo estaba bien, hasta que empecé a sentir cosas por él... y todo se fue al diablo cuando en un arranque de ebria sinceridad le dije que me gustaba [worst mistake ever]. 

Luego de un 'no eres tú soy yo' 'eres una chica muy linda y buena y no te quiero lastimar' 'te quiero como amiga' -nótese que no son sólo cosas que las flacas le hacen a los chicos, también sucede al revés- tratamos de hacer como que nada hubiese sucedido, y funcionó por un tiempo, pero los sentimientos no se fueron y creo que él hizo lo correcto alejándose de mí, lo cual terminó por hacerlo un usuario del segundo tipo, cuando nos veíamos esporádicamente conversábamos, nos reíamos, la pasábamos paja. Incluso salimos un par de veces, sn que nuestro círculo de amigos supiese (o al menos eso es lo que creo, por parte mía jamás lo dije) fuimos al cine y la pasamos chévere, comimos canchita, nos burlamos un poco del brother de la fila de adelante que había ido solo a ver la pela, caminamos, conversamos, fuimos a los juegos mecánico, matamos zombies ¿? no lo recuerdo bien, pero nada pasó. Nada. Eramos sólo dos amigos pasando tiempo juntos. Y eso me jodía en el alma porque yo aún tenía sentimientos hacia él y siempre guardaba la  esperanza de que el se diese cuenta de lo cuánto lo quería y etc, etc. TONTA ILUSA, lo sé. 

Era siempre la misma historia, yo creía haberlo superado y que al fin podríamos volver a ser buenos amigos, pero luego me lo encontraba y se me chorreaba la vida, olvidaba el 'ya no siento nada por él' 'igual y no es tan guapo' 'puedo conseguir a alguien mejor' 'no era para mí', todo dejaba de importar, mi estómago se estrujaba y mis piernas empezaban a temblar, no importaba si no lo había visto en meses, el efecto era siempre el mismo, un estúpida sonrisa durante todo el tiempo que pasaba con él y luego lágrimas de frustración por lo que no fue y jamás podría ser, depresión, etc, etc. Era así.

Luego un buen día, él se enamoró y obviamente empezó una relación. Depresión total por un mes, embutirse de helado, ver un millón de películas románticas maldiciendo mi suerte en el amor, odiándome por haber subido de peso, por haber bronceado tanto, por no ser más alta, por no tener más busto, por absolutamente todo. Sabía que el día llegaría, pero no sabría que tanto me dolería, y sí, dolió bastante. Paulatinamente fui viendo cómo él había cambiado y cuán enamorado estaba y sí, me sentía y me siento aún muy contenta por él, porque encontró una razón para ser mejor y eso es genial, porque alguna vez lo quise mucho y aún lo considero un amigo aunque cuando nos veamos hablemos de cosas totalmente random y ya no seamos nada cercanos. Y me dolía verlo con ella, pero con el tiempo el dolor fue cediendo y cuando lo veía, sí, aún sentía un dolorsito en el estómago y cierta envidia al ver cómo la miraba, pero ya no pensaba en él, ya no, sólo sucedía cuando lo veía, que gracias al cielo era muuuuuuy raro.

Un buen día dejé de tener ese sentimiento que no me permitió vivir tranquila por tres años, que poco a poco fue apagándose, se tomó su tiempo, pero llegó. No sé si fue a finales del 2011 o a inicios de este 2012, pero me hace feliz saber que está totalmente fuera de mi mente y mi corazón y que al fin puedo sentirme libre de enamorarme de nuevo. 

Hay tanto que quisiera decir acerca de este tema, pero creo que siempre hay ciertas cosas que deben quedarse con uno, al menos por el momento. Sé que no es mucho, pero esto fue lo poco que escribí en aquel 2010 acerca de mi no correspondido amor...


Estoy enamorada 

¿Por qué no decirlo? Es la verdad, lo estoy. El amor es lo más grande que puede existir en el mundo, es un sentimiento hermoso que te llena de alegría... No importa si es correspondido o no... en mi caso, no lo es... Pero no importa ¿saben? Simplemente me hace feliz los sentimientos que provoca en mí. Esa estúpida sonrisa que se dibuja en mi rostro cuando lo veo, cuando me hace reír, cuando él ríe...

[Menos mal no terminé de escribirlo, leyendo esto ahora sólo me hace sentir ridícula]

martes, 18 de septiembre de 2012

Quote of the day

'We are so accustomed to disguise ourselves to others that in the end we become disguised to ourselves'.

Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos ante los demás que al final terminamos disfrazándonos para nosotros mismos.


Francois de la Rochefocauld

A veces perdemos nuestra identidad en nuestro afán de tratar de encajar en un mundo tan distorsionado como el nuestro, un mundo en el que todos se fijan mucho en los demás y en tratar de no ser lo que les disgusta de otras personas para poder criticar aquellos aspectos, pero en este proceso nos olvidamos de ser lo que queremos ser, de lo que realmente somos. 

No debemos olvidar que al final todos buscamos lo mismo en esta vida, ser felices, y eso sólo lo encontraremos siendo auténticos con nosotros mismos antes que con el resto del mundo, si nos aceptamos, entonces no necesitamos que nadie más lo haga. Debemos ser felices porque somos distintos, porque somos como somos, no importa qué digan los demás, al final de cuenta nuestra felicidad depende sólo de nosotros. Jamás te arrepientas de lo que te hace sentir feliz. 

domingo, 19 de agosto de 2012

You're insane, seriously.

Creo que necesita terapia, realmente lo creo, pero si no es capaz de aceptar que tiene un problema, jamás lo solucionará. Es algo que nos afecta a todos, quizás no se de cuenta, pero empeora cada día. Dice que ya no nos aguanta, en realidad quienes ya no soportan somo nosotras... si tan sólo pudieras oírte a ti mismo.

domingo, 22 de julio de 2012

Éxito (Y)

Cuando me entregaron el timetable de mi FCE, en un recuadro de la primera hoja venía un usuario y una clave para poder registrarme y recibir mis resultados online. Después de muchas semanas, ayer recordé hacerlo y al acceder a mi cuenta me topé con la sorpresa de que mis resultados ya estaban disponibles y esto fue lo que vi:


PASS AT GRADE A, that totally made my day! Fui muy feliz al saber que las horas que pasé viajando para llegar a clases, para regresar de ellas, las horas que pasé en el instituto, el tiempo que invertí en mi preparación no fue en vano. Y luego de haber tenido terribles resultados en mis cursos de la universidad, haber obtenido una A en este examen realmente fue algo maravilloso. 

Tengo exceptional en todo menos en speaking, lo cual me hace sentir un poco mal, pero no del todo ya que ese día fue la peor entrevista que pude tener en mi vida. Me puse muy nerviosa, usé vocabulario básico, me confundí en varias cosas y hablé muy poco. Para rematarla, me tocó justo el tema del que menos me gusta hablar, internet. No sé porque, pero con ese tema no me va bien y no importa cuánto practiqué con mi hermana los días anteriores (ella sabe que lo estaba haciendo muy bien!) ese día parecía una total idiota hablando cualquier cosa menos inglés.

EN FIN, fui feliz, muy feliz, aún lo soy, sé que no es la gran cosa, pero me cambió el humor :)

Sombras del pasado



Me da mucho miedo volver a verte, esa es la verdad. Me siento la peor persona del mundo por desear que fracases, no tienes idea cuánto me afecta sentir eso. No es que te odie o deseo lo peor para ti, es sólo que lo único que quiero es mantenerte lo más lejos de mi como sea posible. Sé que probablemente necesitemos volver a hablar algún día, sentarnos y conversar, dejar las cosas bien porque las terminamos de la peor manera.

No es que aún tenga sentimientos por ti, no es que te quiera de vuelta, sólo necesitamos cerrar ese capítulo de nuestras vidas de manera correcta en el momento apropiado y no lo es ahora. No es que no haya podido superarte, es sólo que aún hoy, que ya han pasado más de cuatro años y medio sigues siendo un gran problema en mi vida y tu cercanía a mí no me causaría nada más que problemas e infelicidad... dudas y dolor. Sabes todo lo que ocasionó nuestra relación en mi vida y sí, aún hay rezagos de aquella situación. Si vuelves, todo será complicado... todo se echará a perder, porque todo lo que he dejado atrás, ese pasado tan lejano a mi realidad presente, volverá. 

Es porque fuiste algo significativo en mi vida, es por eso que no quiero que vuelvas ahora, cuando aún no he encontrado a alguien con quién llenar todos esos recuerdos y ese espacio en mi corazón. Estoy tan vulnerable que sería muy probable que caiga en el mismo error, no porque aún te quiera sino porque estoy sola y terminaría haciéndonos mucho más daño.

Llevo tanto tiempo con el temor de encontrar un día que triunfaste en tu meta y que tendría que verte probablemente muy seguido y me pongo mal, me deprimo y al encontrarme con que fracasaste una vez más, encuentro un alivio que detesto sentir, porque quiero que cumplas tus sueños y seas feliz. 

Hoy, estoy tratando por todos los medios de averiguar si tuviste éxito, pero no lo logro, eso me tiene con el alma alborotada, pero sea cual sea el resultado, deberé aceptarlo y sé que diste todo de ti y sí, mereces obtenerlo. Y si la respuesta a esa pregunta que no me deja en paz es sí, entonces felicitaciones, me alegro por ti y no te preocupes, veré la forma de acomodar en mi desastrosa vida el hecho de que estarás cerca y lo manejaré de la mejor manera que pueda.


domingo, 17 de junio de 2012

Sincere words

You taught me more than any book could ever did, you show me how the world really works, you made me see reality and how hard it is, but I also learnt from you that everything can work out well if you put effort on it, if you do it with faith, strengh and love. And that even when you need to sacrifice so much, you'll receive more. That nothing in this life is easy if you don't try hard enough, that I have to stand up every single time I fall, that I need to keep on living even when life's trying to take my last breath. There's no enough time or words to describe how much I learn from you, I've never told you this, but I admire you a lot, and I know you have much more mistakes that you can count, but it all dissapears when I make the balance between what you gave me and what was missing. You don't tell me you love me as often as I'd like you to do it, but I remember those days when you spend all night awake because I was sick, and how you lost your temper when you know I'm in pain and you can't do anything about it, and then I understand how true is that an action is worth more than a thousand words. I love you dad, I love you so much, even though you have the deffects I'd always said I can't bear, I still believe you're the best dad I could have ever asked for. 

P.S: I needed to write it and it came up in English, not sure why. I will write this to my dad on his birthday, of course, in Spanish :)

jueves, 19 de abril de 2012

Una linda historia que leí hace un tiempo.



Las 4 esposas

Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. 

Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Solo le daba lo mejor.

También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.

También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.

La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. 

Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si él se fijaba en ella.

Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló:
"Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo".

Así que le preguntó a su cuarta esposa: "Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡Ni pensarlo!", Contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras. Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.

El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa: Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡No!", Contestó su tercera esposa. "¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!" Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.

Entonces preguntó a su segunda esposa: "Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!", contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte". Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.

Entonces escuchó una voz: "Me iré contigo y te seguiré doquiera tu vayas".

El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Sé veía tan delgaducha, sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo: "¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"

En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.

Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos.

Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.

Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.

Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañará a donde quiera que vayamos.

¡Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora! Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo. ¡Déjala brillar!

miércoles, 11 de abril de 2012

No entiendo

En las últimas semanas, quizás últimos meses, he estado pensando mucho acerca de muchas cosas... Entre ellas mi fe, Dios y la religión. Creo en Dios, eso lo tengo seguro, pero creo en él como un ser superior, más grande que nosotros, un ser justo, bondadoso, amoroso, todopoderoso entre otras cualidades. Creer en él me ha rescatado de un abismo en el que yo misma me había hundido, y aún ahora cuando lo creo todo perdido y sin razón, lo siento y me da paz y ganas de seguir adelante; sin embargo, ya no me gusta identificarme con ninguna religión y no me nace ir a una iglesia, no rezo con la frecuencia que se supone es la necesaria, pero lo tengo presente siempre.



Las religiones distorsionan, a mi parecer, esa percepción. Son tantas reglas que seguir, tantas prohibiciones, tantos prejuicios, tanta hipocresía, tanta ironía... No entiendo, si Dios es sólo uno, ¿para qué tantas religiones? ¿No basta acaso creer que existe algo más grande que nosotros? ¿Algo en qué creer, que nos da esperanza, confianza, plenitud? Si te sientes feliz... ¿no es eso suficiente? Si vives sin causarle daño a los demás, tratando de ayudar en la medida que puedas, sin excesos, con respeto; en resumen, siendo una buena persona, ¿no es eso suficiente para merecerte 'el cielo'? ¿Aún si no has pisado en tu vida una iglesia? ¿Cómo podría Dios rechazar un buen alma que cree en él? Aún cuando no lo hiciese... Un no creyente con mejores cualidades y méritos que un fanático religioso, ¿es menos ante Él? Qué importa... católico, cristiano, adventista, evangelista, mormón, musulmán... todos creemos en Dios, o en un ser superior, el mismo, el único, de la forma que sea, de la manera en que lo interpretemos, imaginemos, un alienígena (ha cruzado mi mente también, lo sé, estoy un poco zafada), una divinidad, un espejismo, un pensamiento, no importa, es el mismo. 

He cambiado mi forma de ver la vida, de percibir mi fe, de pensar... Espero para bien. 


miércoles, 21 de marzo de 2012

Wanna be a vampire


Little bit obsessed with vampires, witches, werewolf, and all that stuff...
No, not Twilight, it's because of Vampire Diaries.
Way better! according to my way of thinking, of course.
Can't stop watching it... it has me totally catched.


viernes, 9 de marzo de 2012

Lo admito




A veces pienso en ti, aún siento ese dolor de estómago cuando te veo.

Sé que es inútil conservar estos sentimientos pero es tan difícil para mí
Lo he intentado tantas veces que ya perdí la cuenta
¿Qué hay en ti? No lo entiendo

No comprendo porque no logro alejarte de mi corazón.
No ocupas mis pensamientos siempre, no sueño contigo todos los días
No me traen más recuerdos aquellas cosas que solían hacerlo.
Sin embrago, aún no te supero.

Basta con verte, aún de lejos, para que todo vuelva a mí.
Me trato de convencer que ya no te siento más, que ya no te quiero más
pero cómo le digo a mi estómago que no cosquillee al sentir tu presencia, 
cómo detener a mi piel de erizarse, como evitar que mi ser se estremezca
Se me hace imposible...

Todo está bien, me siento tranquila siempre y cuando no sepa de ti, 
siempre y cuando no aparezcas frente a mí.
¿Qué remedio puede haber?
No importa cuál doloroso sea el sentimiento al verte con ella,
no puedo dejar de quererte. Anhelo olvidarte, no tienes idea.

No recuerdo la última vez que te miré a los ojos,
la última vez que realmente observé tu mirada,
no me atrevo más a la cercanía de tu ser, al peculiar sonido de tu voz 
al perfume de tu piel, a la torpeza de tu hablar...

Has cambiado tanto... el amor hace esas cosas. Me siento feliz,
feliz por ti, por tu sonrisa, por tu alegría, por tu ternura, dedicación, 
preocupación, por tu mejoría, por dejar atrás esos malos hábitos.
Me siento feliz de que hayas encontrado una razón para cambiar,
que hayas encontrado la felicidad, aunque sea en ella.

No puedo odiarte, no me hiciste ningún mal. 
Fue suave el pinchazo que desinfló mi ilusión, y tras casi tres años
aún conservo aquel sentimiento al estar cerca tuyo, 
como si estuviese por primera vez frente a un chico que me gusta
y a quién no puedo hablarle, pero al mismo tiempo como si me encontrase
con un amigo que conozco de toda la vida, quién sabe todo de mí.

No me arrepiento de las cosas que sucedieron entre nosotros,
aunque no haya sucedido nada en realidad...
Aprecio tu amistad, guardo los recuerdos, los consejos, las conversaciones
esas quedan conmigo, porque no podré decir jamás que fuiste un mal amigo
Gracias, porque en su momento fuiste un gran soporte y aunque ahora no es así
Aún te considero alguien importante en mi vida.

Cuánto quisiera dejar de sentir atracción por ti, 
sólo verte como el buen amigo que siempre has sido.
Esa persona increíble que siempre vi en ti,
no importaba qué decía el resto, eso jamás importó
yo lo sentía en mi corazón, sentía que conocía tu alma, tu verdadero ser.

Jamás fuiste para mí aquel perdido que decían que eras,
jamás fuiste esa caricatura por la que reemplazaron tu nombre,
para mi siempre fuiste el mismo y siempre lo serás,
esa persona de quien me enamoré hace algún tiempo.

Sé que lograré borrar del todo ese sentimiento,
lo haré, porque no estamos destinados a estar juntos
y aunque sea terco mi corazón, terminará por aceptarlo,
 no estoy lejos de la meta y sé que soy capaz de ser feliz a pesar de todo,
aún le sonrío a la vida y lo seguiré haciendo.
Mientras, sería genial si no te cruzaras en mi camino tan a menudo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Weird feeling

Me he dado cuenta de algo. Quizás me sea difícil establecer una relación amorosa porque estoy tan acostumbrada a estar sola, soy dueña de mi tiempo y lo desperdicio como quiero y casi siempre siento que me faltan horas y pienso, ¿de dónde le sacaría más horas al día o a la semana para tener un enamorado? Además, me gusta descansar en casa, el viaje de regreso de la universidad es tan largo que llego a tirarme en mi cama y no hacer nada.

Cuán exhausto será tener pareja, no es lo mismo que en el colegio, no hay horarios estables, siempre suceden imprevistos, trabajos, exámenes, informes, etc. Tengo mil y un razones para creer que no debo tener una relación, al menos no ahora. Entonce, ¿por qué tengo tantas ganas de encontrar a alguien? Alguien a quien querer, por quién preocuparme, por quién creer que vale la pena inventarle horas a los días con tal de pasar tiempo a su lado. Quiero saber qué se siente estar enamorada, y no sé si es porque nunca lo he estado o por si fue hace muchísimo tiempo que no lo sentía. Sin embargo, me encuentro con un gran inconveniente.

Soy una persona muy voluble y complicada, tanto así que no he logrado encontrar en tanto tiempo a alguien que me haga sentir diferente, ilusionada, enamorada, atraída, intrigada. No, aún no lo encuentro, espero encontrarlo algún día... Por ahora sólo me queda esperar, impaciente, en mí no hay otra manera.

jueves, 9 de febrero de 2012

Nostalgia

A veces te extraño, me arrepiento de tantas cosas... Qué diferente hubiera sido mi vida si hubiese tomado las decisiones correctas respecto a ti. Espero seas feliz, ese es mi único consuelo, aún cuando quisiera que lo fueses a mi lado. Debo cargar con el peso y el dolor de mis errores, fueron mis decisiones, desafortunadamente. 

Aún trato de ser feliz, a mi manera, como puedo, trato de serlo, porque he sido bendecida con tanto que creo no merecer y con tanto amor que agradezco recibir.

jueves, 19 de enero de 2012

Me he dado cuenta de algo... siempre que escribo sobre un tema que es delicado, que me avergüenza, me abruma o que simplemente quiero olvidar... escribo en inglés.

Weird.

Empty Kiss


I must admit I've always been a romantic girl... Maybe that changed a little bit lately, because of my experiences with the most recent relationships I had. Not so long ago, just a couple of days... I went out on a date (I've been single since at least three years), hadn't had one for a long time. It was with one of my ex-boyfriends, nice guy, good sense of humor, decent look.


I've never been in love with him, but the time we were dating, some years ago, I really liked him and was very excited about him, but this time was quite different. I went out with this person just because he's a friend now, so I thought it would be fine, but things ended up in some kissing... Considering my love record in the past few years, I should be grateful for having the opportunity of some human contact... but I wasn't.


Can't say I didn't like it, he's certainly a very good kisser, but it didn't feel right. Now I know how is to kiss someone you don't love. Most of the kisses I've had were with people I loved or thought I loved, except for the ones I had in those moments when alcohol blinded your reasoning, but it also involve some feeling of excitment and a lot of physical attraction. This time was different, was empty, heartless, superficial, soulless, material, carnal, not real, not connection at all, without love... just a kiss, nothing else.

I can't find someone that makes me feel the way I want to... I'm starting to believe that I'll have to deal with this kind of situation too many times...

A kiss without soul... Will it ever find its missing piece? The one which carries the soul they'll both share...

miércoles, 4 de enero de 2012

No Ariel, sólo la Sirenita

La primera vez que me vi interesada en conocer la verdadera historia detrás de la clásica historia con final feliz de Disney, fue cuando en una novela coreana (sí, disfruto mucho de ver dramas asiáticos) que trataba sobre un ser mítico que se enamoraba de un humano, en la cual el personaje antagónico le mencionaba dicha historia a la protagonista; por supuesto, sin decirle sobre el triste final que encontraría al terminar de leer aquel libro que luego éste le regaló. 

Ella, muy emocionada empezó la lectura del curioso libro lleno de caricaturas... pero eventualmente llegó al final y al chocar con esa dura realidad (ya que era un ser muy inocente y entusiasta) estalló en un inconsolable llanto (el cual desató el mismo efecto en mí, es bastante sabido por las personas que me conocen que soy bien sensible) y bueno, lo siguiente es irrelevante para la presente entrada.

En fin, al conocer el verdadero final de esa historia me sentí indignada por la gran mentira que nos muestran de niños, aunque ya tenía conocimiento de que la mayor parte de películas de Disney no son más que adaptaciones de cuentos que en su mayoría no eran realmente para niños, no conocía exactamente las reales historias detrás de las farsas que nos montan en las películas y al conocer ésta me sentí bastante triste y con el corazón roto, porque a pesar que con el tiempo te vas dando cuenta de que las cosas no son tan fáciles como pensabas y que los finales felices no existen siempre para todas las historias de la vida, creces creyendo que sí y luego caes a el abismo de la verdad, de golpe, sin ningún arnés que luego de darte el susto de tu vida, haga que te des cuenta que no fue más que eso, sólo un susto. 

Bueno, creo que ya soy lo suficiente mayor como para darme cuenta de como son las cosas en verdad, pero aún así el niño que todos llevamos dentro siempre se sentirá algo conmovido por cosas como esta. Sin más palabreo (aunque ya fue bastante) publicaré una versión de la historia que encontré online.


La Sirenita - Hans Christian Andersen

En el fondo del más azul de los océanos había un maravilloso palacio en el cual habitaba el Rey del Mar, un viejo y sabio tritón que tenía una abundante barba blanca. Vivía en esta espléndida mansión de coral multicolor y de conchas preciosas, junto a sus hijas, cinco bellísimas sirenas.

La Sirenita, la más joven, además de ser la más bella poseía una voz maravillosa; cuando cantaba acompañándose con el arpa, los peces acudían de todas partes para escucharla, las conchas se abrían, mostrando sus perlas, y las medusas al oírla dejaban de flotar.

La pequeña sirena casi siempre estaba cantando, y cada vez que lo hacía levantaba la vista buscando la débil luz del sol, que a duras penas se filtraba a través de las aguas profundas.

-¡Oh! ¡Cuánto me gustaría salir a la superficie para ver por fin el cielo que todos dicen que es tan bonito, y escuchar la voz de los hombres y oler el perfume de las flores!

-Todavía eres demasiado joven -respondió la abuela-. Dentro de unos años, cuando tengas quince, el rey te dará permiso para subir a la superficie, como a tus hermanas.

La Sirenita soñaba con el mundo de los hombres, el cual conocía a través de los relatos de sus hermanas, a quienes interrogaba durante horas para satisfacer su inagotable curiosidad cada vez que volvían de la superficie. En este tiempo, mientras esperaba salir a la superficie para conocer el universo ignorado, se ocupaba de su maravilloso jardín adornado con flores marítimas. Los caballitos de mar le hacían compañía y los delfines se le acercaban para jugar con ella; únicamente las estrellas de mar, quisquillosas, no respondían a su llamada.

Por fin llegó el cumpleaños tan esperado y, durante toda la noche precedente, no consiguió dormir. A la mañana siguiente el padre la llamó y, al acariciarle sus largos y rubios cabellos, vio esculpida en su hombro una hermosísima flor.

-¡Bien, ya puedes salir a respirar el aire y ver el cielo! ¡Pero recuerda que el mundo de arriba no es el nuestro, sólo podemos admirarlo! Somos hijos del mar y no tenemos alma como los hombres. Sé prudente y no te acerques a ellos. ¡Sólo te traerían desgracias!

Apenas su padre terminó de hablar, La Sirenita le dio un beso y se dirigió hacia la superficie, deslizándose ligera. Se sentía tan veloz que ni siquiera los peces conseguían alcanzarla. De repente emergió del agua. ¡Qué fascinante! Veía por primera vez el cielo azul y las primeras estrellas centelleantes al anochecer. El sol, que ya se había puesto en el horizonte, había dejado sobre las olas un reflejo dorado que se diluía lentamente. Las gaviotas revoloteaban por encima de La Sirenita y dejaban oír sus alegres graznidos de bienvenida.

-¡Qué hermoso es todo! -exclamó feliz, dando palmadas.

Pero su asombro y admiración aumentaron todavía: una nave se acercaba despacio al escollo donde estaba La Sirenita. Los marinos echaron el ancla, y la nave, así amarrada, se balanceó sobre la superficie del mar en calma. La Sirenita escuchaba sus voces y comentarios. “¡Cómo me gustaría hablar con ellos!", pensó. Pero al decirlo, miró su larga cola cimbreante, que tenía en lugar de piernas, y se sintió acongojada: “¡Jamás seré como ellos!”

A bordo parecía que todos estuviesen poseídos por una extraña animación y, al cabo de poco, la noche se llenó de vítores: “¡Viva nuestro capitán! ¡Vivan sus veinte años!” La pequeña sirena, atónita y extasiada, había descubierto mientras tanto al joven al que iba dirigido todo aquel alborozo. Alto, moreno, de porte real, sonreía feliz. La Sirenita no podía dejar de mirarlo y una extraña sensación de alegría y sufrimiento al mismo tiempo, que nunca había sentido con anterioridad, le oprimió el corazón.

La fiesta seguía a bordo, pero el mar se encrespaba cada vez más. La Sirenita se dio cuenta en seguida del peligro que corrían aquellos hombres: un viento helado y repentino agitó las olas, el cielo entintado de negro se desgarró con relámpagos amenazantes y una terrible borrasca sorprendió a la nave desprevenida.

-¡Cuidado! ¡El mar...! -en vano la Sirenita gritó y gritó.

Pero sus gritos, silenciados por el rumor del viento, no fueron oídos, y las olas, cada vez más altas, sacudieron con fuerza la nave. Después, bajo los gritos desesperados de los marineros, la arboladura y las velas se abatieron sobre cubierta, y con un siniestro fragor el barco se hundió. La Sirenita, que momentos antes había visto cómo el joven capitán caía al mar, se puso a nadar para socorrerlo. Lo buscó inútilmente durante mucho rato entre las olas gigantescas. Había casi renunciado, cuando de improviso, milagrosamente, lo vio sobre la cresta blanca de una ola cercana y, de golpe, lo tuvo en sus brazos.

El joven estaba inconsciente, mientras la Sirenita, nadando con todas sus fuerzas, lo sostenía para rescatarlo de una muerte segura. Lo sostuvo hasta que la tempestad amainó. Al alba, que despuntaba sobre un mar todavía lívido, la Sirenita se sintió feliz al acercarse a tierra y poder depositar el cuerpo del joven sobre la arena de la playa. Al no poder andar, permaneció mucho tiempo a su lado con la cola lamiendo el agua, frotando las manos del joven y dándole calor con su cuerpo.

Hasta que un murmullo de voces que se aproximaban la obligaron a buscar refugio en el mar.

-¡Corran! ¡Corran! -gritaba una dama de forma atolondrada- ¡Hay un hombre en la playa! ¡Está vivo! ¡Pobrecito...! ¡Ha sido la tormenta...! ¡Llevémoslo al castillo! ¡No! ¡No! Es mejor pedir ayuda...

La primera cosa que vio el joven al recobrar el conocimiento, fue el hermoso semblante de la más joven de las tres damas.

-¡Gracias por haberme salvado! -le susurró a la bella desconocida.

La Sirenita, desde el agua, vio que el hombre al que había salvado se dirigía hacia el castillo, ignorante de que fuese ella, y no la otra, quien lo había salvado.

Pausadamente nadó hacia el mar abierto; sabía que, en aquella playa, detrás suyo, había dejado algo de lo que nunca hubiera querido separarse. ¡Oh! ¡Qué maravillosas habían sido las horas transcurridas durante la tormenta teniendo al joven entre sus brazos!

Cuando llegó a la mansión paterna, la Sirenita empezó su relato, pero de pronto sintió un nudo en la garganta y, echándose a llorar, se refugió en su habitación. Días y más días permaneció encerrada sin querer ver a nadie, rehusando incluso hasta los alimentos. Sabía que su amor por el joven capitán era un amor sin esperanza, porque ella, la Sirenita, nunca podría casarse con un hombre.

Sólo la Hechicera de los Abismos podía socorrerla. Pero, ¿a qué precio? A pesar de todo decidió consultarla.

-¡...por consiguiente, quieres deshacerte de tu cola de pez! Y supongo que querrás dos piernas. ¡De acuerdo! Pero deberás sufrir atrozmente y, cada vez que pongas los pies en el suelo sentirás un terrible dolor.

-¡No me importa -respondió la Sirenita con lágrimas en los ojos- a condición de que pueda volver con él!

-¡No he terminado todavía! -dijo la vieja-. ¡Deberás darme tu hermosa voz y te quedarás muda para siempre! Pero recuerda: si el hombre que amas se casa con otra, tu cuerpo desaparecerá en el agua como la espuma de una ola.

-¡Acepto! -dijo por último la Sirenita y, sin dudar un instante, le pidió el frasco que contenía la poción prodigiosa. Se dirigió a la playa y, en las proximidades de su mansión, emergió a la superficie; se arrastró a duras penas por la orilla y se bebió la pócima de la hechicera.

Inmediatamente, un fuerte dolor le hizo perder el conocimiento y cuando volvió en sí, vio a su lado, como entre brumas, aquel semblante tan querido sonriéndole. El príncipe allí la encontró y, recordando que también él fue un náufrago, cubrió tiernamente con su capa aquel cuerpo que el mar había traído.

-No temas -le dijo de repente-. Estás a salvo. ¿De dónde vienes?

Pero la Sirenita, a la que la bruja dejó muda, no pudo responderle.

-Te llevaré al castillo y te curaré.

Durante los días siguientes, para la Sirenita empezó una nueva vida: llevaba maravillosos vestidos y acompañaba al príncipe en sus paseos. Una noche fue invitada al baile que daba la corte, pero tal y como había predicho la bruja, cada paso, cada movimiento de las piernas le producía atroces dolores como premio de poder vivir junto a su amado. Aunque no pudiese responder con palabras a las atenciones del príncipe, éste le tenía afecto y la colmaba de gentilezas. Sin embargo, el joven tenía en su corazón a la desconocida dama que había visto cuando fue rescatado después del naufragio.

Desde entonces no la había visto más porque, después de ser salvado, la desconocida dama tuvo que partir de inmediato a su país. Cuando estaba con la Sirenita, el príncipe le profesaba a ésta un sincero afecto, pero no desaparecía la otra de su pensamiento. Y la pequeña sirena, que se daba cuenta de que no era ella la predilecta del joven, sufría aún más. Por las noches, la Sirenita dejaba a escondidas el castillo para ir a llorar junto a la playa.

Pero el destino le reservaba otra sorpresa. Un día, desde lo alto del torreón del castillo, fue avistada una gran nave que se acercaba al puerto, y el príncipe decidió ir a recibirla acompañado de la Sirenita.

La desconocida que el príncipe llevaba en el corazón bajó del barco y, al verla, el joven corrió feliz a su encuentro. La Sirenita, petrificada, sintió un agudo dolor en el corazón. En aquel momento supo que perdería a su príncipe para siempre. La desconocida dama fue pedida en matrimonio por el príncipe enamorado, y la dama lo aceptó con agrado, puesto que ella también estaba enamorada. Al cabo de unos días de celebrarse la boda, los esposos fueron invitados a hacer un viaje por mar en la gran nave que estaba amarrada todavía en el puerto. La Sirenita también subió a bordo con ellos, y el viaje dio comienzo.

Al caer la noche, la Sirenita, angustiada por haber perdido para siempre a su amado, subió a cubierta. Recordando la profecía de la hechicera, estaba dispuesta a sacrificar su vida y a desaparecer en el mar. Procedente del mar, escuchó la llamada de sus hermanas:

-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Somos nosotras, tus hermanas! ¡Mira! ¿Ves este puñal? Es un puñal mágico que hemos obtenido de la bruja a cambio de nuestros cabellos. ¡Tómalo y, antes de que amanezca, mata al príncipe! Si lo haces, podrás volver a ser una sirenita como antes y olvidarás todas tus penas.

Como en un sueño, la Sirenita, sujetando el puñal, se dirigió hacia el camarote de los esposos. Mas cuando vio el semblante del príncipe durmiendo, le dio un beso furtivo y subió de nuevo a cubierta. Cuando ya amanecía, arrojó el arma al mar, dirigió una última mirada al mundo que dejaba y se lanzó entre las olas, dispuesta a desaparecer y volverse espuma.

Cuando el sol despuntaba en el horizonte, lanzó un rayo amarillento sobre el mar y, la Sirenita, desde las aguas heladas, se volvió para ver la luz por última vez. Pero de improviso, como por encanto, una fuerza misteriosa la arrancó del agua y la transportó hacia lo más alto del cielo. Las nubes se teñían de rosa y el mar rugía con la primera brisa de la mañana, cuando la pequeña sirena oyó cuchichear en medio de un sonido de campanillas:

-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Ven con nosotras!


-¿Quiénes son? -murmuró la muchacha, dándose cuenta de que había recobrado la voz-. ¿Dónde están?

-Estás con nosotras en el cielo. Somos las hadas del viento. No tenemos alma como los hombres, pero es nuestro deber ayudar a quienes hayan demostrado buena voluntad hacia ellos.

La Sirenita, conmovida, miró hacia abajo, hacia el mar en el que navegaba el barco del príncipe, y notó que los ojos se le llenaban de lágrimas, mientras las hadas le susurraban:

-¡Fíjate! Las flores de la tierra esperan que nuestras lágrimas se transformen en rocío de la mañana. ¡Ven con nosotras! Volemos hacia los países cálidos, donde el aire mata a los hombres, para llevar ahí un viento fresco. Por donde pasemos llevaremos socorros y consuelos, y cuando hayamos hecho el bien durante trescientos años, recibiremos un alma inmortal y podremos participar de la eterna felicidad de los hombres -le decían.

-¡Tú has hecho con tu corazón los mismos esfuerzos que nosotras, has sufrido y salido victoriosa de tus pruebas y te has elevado hasta el mundo de los espíritus del aire, donde no depende más que de ti conquistar un alma inmortal por tus buenas acciones! -le dijeron.

Y la Sirenita, levantando los brazos al cielo, lloró por primera vez.

Oyéronse de nuevo en el buque los cantos de alegría: vio al Príncipe y a su linda esposa mirar con melancolía la espuma juguetona de las olas. La Sirenita, en estado invisible, abrazó a la esposa del Príncipe, envió una sonrisa al esposo, y en seguida subió con las demás hijas del viento envuelta en una nube color de rosa que se elevó hasta el cielo.

FIN


*En realidad La Sirenita era una rubia oxigenada.
*El príncipe Eric (Disney) solía ser mi príncipe favorito.
*Ok, el final no es HORRENDO, pero no se queda con el príncipe y se hace burbujitas (así decía en el libro que se ve en el drama)
*Existen varias versiones del final, pero esta es la narración más completa que encontré (ok, ok, no busqué taaaanto, pero sí busqué en varias páginas)

-La última imagen la encontré en un blog, no sé de dónde lo habrá sacado la chica o si lo hizo ella, pero le doy el crédito de todas maneras, el link es: