domingo, 2 de junio de 2013

Liberación de sentimientos

Soy de esas personas que cuando algo las hace sentir mal, trata de no prestarle mucha atención y hacer como si no me afectara en realidad, porque creo que en cierta forma ayuda para que deje de importar eventualmente. Me refiero claro, a cosas por las que creo que no tiene sentido sufrir, pero aún así me hacen daño, o por cosas que sé que no puedo cambiar y con las que simplemente tengo que lidiar. 

El problema con esto es que llega un momento en el que esa acumulación de sentimientos guardados ya no pueden contenerse más y la más pequeña chispa hace que todo se encienda, ardiendo de una manera increíble dentro de ti. Detesto cuando eso sucede, porque no puedo controlarme más y rompo en llanto, me quiebro y me siento el ser más desprotegido del mundo, porque no hay nada ni nadie en ese momento que pueda brindarme calma, alivio.

Siempre llega el momento en el que ya no hay más lágrimas qué derramar y sólo queda pararse y sonreír, porque aún cuando fueron incontables las razones que te hicieron sentir miserable, ya todo pasó, ya no hay que llorar más, en cambio, hay miles de cosas qué hacer, muchas otras por las qué sonreír y la esperanza de que algún día todo cambiará y ya no tendrás esas noches en las que entré lágrimas te quedaste dormida sin deseo alguno de salir de la cama jamás.

Sé que mañana será otro día, y sonreiré, como siempre, trataré de pasarla bien con mis amigos y de olvidarme de los problemas que atormentan mi mente, pero esta noche, en este momento sólo quiero desahogarme, porque no tengo con quién hacerlo, porque hace mucho perdí la capacidad de poder confiar plenamente en alguien.

Me siento especialmente triste, aún no comprendo enteramente por qué, sólo sé que a veces me duele el pecho, me duele el estómago, que a veces quiero un abrazo y me doy cuenta que no tengo a nadie que me lo brinde (no es que mis amigos no estén dispuestos a darme uno si lo pido) pero he ahí el detalle... hay ocasiones en que realmente necesito sentirme protegida, sentir por un momento que nada está mal, que nada importa, sentirme calmada al estar refugiada en los brazos de alguien que pueda darse cuenta cuando necesite de ese abrazo, que lo de sin que sea pedido, sino porque sepa que es necesario. Porque sé que los problemas no desaparecerán, que siempre habrán cosas que estarán mal y que me harán sufrir, pero quisiera tener a alguien que me hiciera olvidar todo por un momento. 

Y sé que uno no debe buscar la felicidad en alguien más, que debe ser feliz por sí mismo y no depender de nadie y lo último que quiero es eso, depender sentimentalmente (o en cualquier sentido) de una persona, pero no puedo evitar en momentos como este anhelar el calor de alguien más para sentirme mejor y eventualmente supero las cosas por mí misma, porque sé que todo pasa y que las cosas estarán bien, pero es como me siento.

Me duele mucho, me duele increíblemente que la mayoría de veces que me sucede algo así no pueda encontrar consuelo en mi mamá, que no pueda por un momento darse cuenta de que me siento mal, de que me hizo sentir mal, de que me hirió y me busque para tratar de aliviar eso, para abrazarme, cuando más lo necesito. Me duele, que cuando ya no puedo más y le pido un abrazo a mi hermana ella me lo niegue. ¿Qué puedo hacer entonces? Ya no sé qué hacer, el único abrazo que encuentro cuando ya no puedo más con mis sentimientos es el de mi almohada. Gracias al cielo por mi almohada, no sé qué sería de mí sin ella.

Mamá, ¿por qué? Por qué no puedes simplemente amarme por cómo soy, por quién soy. Porque no creo que sea una mala persona, en verdad no lo creo, pero así me haces sentir, cuando ocurren estas peleas, así es como haces que me sienta... mierda.

¿Por qué conmigo todo tiene que ser condicionado? ¿Por qué siempre crees que tengo otras intenciones detrás de las cosas que digo o hago? ¿Por qué haces que sienta que todo lo malo que me sucede es consecuencia de lo que tú consideras fue mi mayor pecado y error? No, no lo creo así, antes quizás me convenciste de que era de esa manera, pero no, no lo es. Y lloro y me siento mal no por lo que sentí e hice hace 5 años, sino porque siento que mi mamá no me quiere y vive juzgando cada cosa que digo y cada decisión que tomo y quién soy en realidad.

Detesto que a consecuencia de esta discusión se apague mi emoción por celebrar mi cumpleaños, que logres que quiera que ese día desaparezca, que ya no quiera hacer nada. Y detesto que aún me afecte tanto que no me aceptes, aún cuando trato de hacer las cosas considerando tu aprobación, aún en mi vida amorosa, que he cerrado la posibilidad de ser feliz de una manera que considero que podría ser posible, sólo para hacerte feliz... y aún así no puedes estar de acuerdo con eso, siempre tienes que pensar que estoy haciendo algo malo.

Poco a poco me acostumbraré, ya no estoy llorando más, otra vez vuelvo a sonreír ya pensar en que tengo mucho por estudiar para mañana, hay tantas cosas en las que tengo que ocupar mi mente... 

Y ahí entras tú, otra distracción en mi vida, pero tú eres una distracción dolorosa a veces, ¿en qué momento te dejé ser tan dueño de mis pensamientos y sentimientos? Sé que es culpa mía, porque dejé que todo eso creciera en mi inútilmente, las cosas serían más sencillas si tan sólo pudiese decirte:

'Hey, ¿sabes qué? Me gustas, pero me gustas así a lo bestia, a lo que te veo y me duele el estómago, me tiemblan las piernas y me palpita el corazón más rápido. Me gustas aún cuando sé que eres un niño inmaduro y tarado, irresponsable, engreído y desesperante (incluso podría decir que muchas de esas cosas hacen que me gustes). Me gustas porque eres dulce, gracioso, divertido, inteligente aunque tonto muchas veces, pero es así, así me gustas, con esa sonrisa que me tiene estúpida, con tu perfume que me alborota las hormonas, junto con muchas otras cosas más y sé que eres una persona increíble con un gran corazón aunque no te guste demostrarlo... Entonces ¿te gusto? ¿estás interesado en intentarlo o no? Porque si la respuesta es sí, entonces bacán, tengo mucho amor para dar y espero que tú también y si la respuesta es no, entonces bacán también, lloraré lo necesario y luego lo superaré y podré seguir con mi vida'.

Pero no puedo, no puedo hacerlo, las cosas no son tan sencillas, porque tengo miedo, le tengo tanto miedo a cualquiera de las respuestas, aunque es obvio cual me aterra más. No porque crea que no encontraré a nadie más ni sólo por el hecho de ser rechazada, sino porque te quiero, porque ya nos conocemos un buen tiempo y te tengo un enorme cariño, porque somos amigos, porque eres amigo de mis amigos, porque hemos compartido muchos momentos, entonces sí, me dolería un no, porque te perdería no sólo como lo que pudo haber sido, sino también como amigo y eso sería aún peor.

Entonces soporto esta incertidumbre, esta duda que me hace pensar que estoy loca, que he malinterpretado todo, que no sientes nada por mí, que todo lo que yo sentía que tenía alguna especie de significado o alguna señal que creía percibir, que todo está en mi imaginación. Vivo con eso y me mata por dentro un poquito cada día, y a veces quiero gritar, quiero gritar con todas mis ganas porque no puedo hacer nada al respecto. Pero me contengo y conllevo la situación.

Supongo que prefiero vivir pensando que esto fue algo que pudo ser y no fue a vivir sabiendo que perdí un amigo por enamorarme platónicamente de él (otra vez). El problema es que mientras soporto esta incertidumbre, no puedo sentir lo mismo por otra persona, porque lamentablemente así soy, fiel a mis sentimientos y no puedo hacer que dos personas quepan en mi corazón al mismo tiempo (no en el espacio que le corresponde a mis intereses amorosos).

Y es así, es por eso que prefiero no esperar nada de nadie, es por eso que me he vuelto más fría, menos tolerante, es por eso que tengo miedo de confiar y es que me he llevado varias decepciones ya...

Aún así tengo esperanza aún de encontrar a alguien en quien sí pueda confiar plenamente.


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